Vivimos en una sociedad eminentemente visual. El lenguaje icónico como medio de expresión constituye un elemento central en la estética moderna.
Las imágenes adquieren una enorme influencia cultural. Se trata de un medio altamente codificado, tanto desde el punto de visto formal, como desde el simbólico. Las imágenes que nos rodean tienden a acumular significados que se entrecruzan. Esta complejidad, atrae nuestra mirada- cada vez más sofisticada y acostumbrada a descodificar todo tipo de imágenes.
Nos encontramos en un mundo dominado por un lenguaje gráfico o icónico, que ha saltado de las señales de tráfico a cualquier espacio social del mundo, debido al:
- Desarrollo de la sociedad multilingüe (a lo que contribuye el turismo y la emigración)
- Menor esfuerzo, ya que se ahorra un proceso de transmisión. El esfuerzo es menor debido a que el Significado o la imagen mental es presentada de por sí. Y ya no hace falta poner el empeño en tener un visionado del Significante (Imagen acústica o secuencia de fonemas que, junto a un significado, conforman el signo lingüístico.)
- Facilidad en la expansión de la imagen debido a los avances tecnológicos y posibilidad de su comunicación a las grandes audiencias a través de los medios de la comunicación
- Creencia de que el lenguaje de las imágenes es más universal que el de las palabras...
Durante los últimos 200 años, este proceso de densificación se ha acelerado. De hecho, la densificación icónica puede considerarse como uno de los principales rasgos de identidad de la Modernidad.